Más de 1290 ayuntamientos han revisado este año al alza el Impuesto sobre Bienes Inmuebles. Sin embargo, es posible pagar menos en tu recibo de IBI.
Los expertos anuncian que el valor de las viviendas en los catastros suele estar inflado y no se corresponde con la realidad de la propiedad en el mercado inmobiliario. Es por ello por lo que aconsejan revisar estos valores y en caso de que el ayuntamiento se haya excedido, existe un procedimiento para recurrir dicha cantidad e incluso recuperar la cantidad pagada en exceso -aunque la revisión haya sido hace años-.
El IBI grava el valor de la titularidad de los inmuebles, y la cantidad es determinada a partir de los datos del Catastro aplicando un coeficiente y un porcentaje que varía según el ayuntamiento.
Según su propia definición el valor catastral no puede superar el valor de mercado, es decir, el valor catastral no puede superar el precio más probable por el que la vivienda podría venderse.
Es por ello que tras numerosas quejas y denuncias de contribuyentes, abogados tales como Jose María Salcedo, han comenzado a recurrir dichos valores. Para ello existen dos vías:
- Cuando se ha producido un error en los datos del inmueble, tales como el uso de éste, antigüedad, etc., se podrá iniciar un procedimiento de Subsanación de Discrepancias para arreglar dichos errores.
- Rectificación de errores materiales, con esta vía se trata de subsanar los errores que deriven de la aplicación incorrecta de la información urbanística que afecta al inmueble, y de todos los errores en la medición o superficie.
Estos procedimientos pueden iniciarse en cualquier momento, pero solo en el procedimiento de rectificación la resolución tendrá carácter retroactivo, es decir, se devolverían los importes pagados en exceso desde el momento en que se cometió el error.
Por ello tanto si ya tienes una propiedad como si planeas comprar una vivienda en España, aconsejamos revisar detenidamente todos los detalles de la vivienda en el catastro para asegurar que dicho registro es correcto y no se están cometiendo excesos.
Fuente: Idealista